Teresa no escribió los Manuscritos pensando en la publicación. Con el tiempo, sabiendo que ésta sería inevitable, dejó a su hermana Inés la tarea de convertirse en su editora (cfr. OC, 70-1: declaraciones de Inés en los Procesos y UC). Así, partiendo de los tres cuadernos de Teresa, Paulina redactó un texto ordenado realizando algunas modificaciones. Ella misma declara en los Procesos acerca de los cambios introducidos:

Hay algunos cambios, pero son de poca importancia y no alteran el sentido general y sustancial del relato. Estos cambios son los siguientes: 1º La supresión de algunos pasajes muy cortos, que relatan detalles íntimos de la vida familiar durante su niñez; 2º la supresión de una o dos páginas, cuyo contenido me parecía poco interesante para lectores ajenos al Carmelo; 3º y por fin, como la historia manuscrita se componía de tres partes -una dirigida a mí, otra a su hermana María, y la última cronológicamente a sor María de Gonzaga, que entonces era priora-, ésta, que dirigió la publicación del Manuscrito, exigió algunos retoques de detalle en las partes dirigidas a sus hermanas, a fin de que, en razón de una mayor unidad, toda la obra pareciese dirigida a ella (PO, 161v-162r).

Dom Madeleine, un premostratense amigo del Carmelo de Lisieux se encargó de la revisión final y procuró alcanzar en vano de Mons. Hugonin una carta de aprobación. Para el obispo de Bayeux-Lisieux, que concedió, no obstante, el imprimatur, aquellos recuerdos de Teresa no eran más que cosas de mujeres. Por fin, en septiembre de 1898 salía a la luz la Historia de un alma. Las modificaciones realizadas por la Madre Inés encuentran algunas justificaciones: mejorar la calidad literaria de la obra, presentarla como un corpus único para facilitar su lectura y la captación de su mensaje, evitar las referencias personales, amortiguar el carácter familiar del Manuscrito A, etc.

Puede afirmarse, sin embargo, que Inés “se mostró altamente generosa” en lo que se refiere a las correcciones. Adoptó frente a los escritos de Teresa el criterio de una profesora de gramática -lo había sido en Los Buissonets- y dejó la impronta de su personalidad en ellos. Podemos afirmar sin miedo -con el P. Francisco de Santa María- que Inés reescribió la biografía de su hermana, aun cuando no violentó los contenidos de la misma. Lo cierto es que el libro se convirtió bien pronto en un auténtico best-seller espiritual, con más de 4.000 ejemplares vendidos antes del primer año de publicación y una inmediata traducción al inglés (1901), polaco (1902), italiano y portugués (1906), español (1911), etc.

Hasta 1907 la Historia de un alma fue recibida por lectores y críticos como obra escrita tal cual por Teresa de Lisieux. De entonces datan las primeras sospechas, cuando en los Procesos -a pesar de los esfuerzos que hacen los testigos por minimizar las diferencias entre los Manuscritos y la edición publicada-, se constate la importancia de éstas. Por ello, en la edición de aquel año se advierte que los Manuscritos originales habían sido divididos en capítulos. En la edición de 1914 se restableció la distinción en manuscritos. En 1924, un aviso de Mons. Lemmonier, a la sazón obispo de Lisieux, acabó por disparar las críticas, pues confirmaba las sospechas: el manuscrito de la santita había sido manipulado; Lemmonier, además, justificaba tales manipulaciones.

En 1950 se reavivó la polémica cuando Combes presentó en un opúsculo serias objeciones a la licitud de las manipulaciones, solicitando el completo restablecimiento de los escritos de Santa Teresa. Ese mismo año comenzó a ocuparse de los Manuscritos el P. Francisco de Santa María, quien en 1956 ofrece su edición de los Manuscritos autobiográficos, dando este título a la obra para diferenciarla de las ediciones de la Historia de un alma. El trabajo está recogido en tres tomos (I-introducción y notas de crítica textual, II-notas y tablas, III-concordancias) a los que se une una reproducción facsimil de los manuscritos. Nos encontramos ante el texto casi definitivo del que tendrán que partir los estudios y publicaciones posteriores, imprimido en edición popular un año más tarde. Hay que decir, sin embargo, que no se ha podido recuperar, a pesar de todos los esfuerzos, el texto original teresiano en todo su tenor. Demasiadas modificaciones e incluso tachaduras, y una restitución -el año 1910- realizada por María que, sin tener en cuenta las mínimas exigencias de la crítica, estropeó más que arregló. Ni siquiera los modernos procedimientos de infrarrojos y otros se han revelado capaces de recuperar lo borrado o tachado. Los Manuscritos B y C han salido mejor parados, pero en el A, muchos textos están perdidos definitivamente. No obstante, la palabra de los expertos nos permite acercarnos con seguridad a las ediciones posteriores a 1957, pues incluyen un texto salvado de interpolaciones, exclusivo de Teresa. Desde 1972, con el fin de no desorientar a lectores no especialistas que desean leer la edición popular de Historia de un alma se ha recuperado el título original y la división en capítulos, siendo fieles al texto recuperado.

“Una amiga de la filósofa Edith Stein le escribió que le disgustaba el estilo de Teresa. Edith respondió: Me sorprende lo que escribís sobre Teresita. Hasta ahora, ni siquiera hubiera soñado que se la pudiese abordar de esa manera. La única impresión que yo tuve fue la de encontrarme delante de una vida humana exclusiva y totalmente traspasada, hasta el fin, por el amor de Dios. No conozco nada más grande, y es un poco de todo eso lo que yo desearía llevar, si fuera posible, a mi propia vida y a la vida de los que me rodean” (C. de Meester, “Las manos vacías. El mensaje de Teresa de Lisieux”, Burgos, 1981, 13).

“Historia de un alma” https://mistica.es/teresa-lisieux/ luisadmin

universidad de la mistica aerea lisieux

cites aerea

puerta cites

mistica.es

Universidad de la Mística - CITeS -

El Centro Internacional Teresiano Sanjuanista (CITeS) es una institución de los Carmelitas Descalzos que promueve el estudio, la difusión y vivencia de la experiencia mística.

ver