“Bendito sea el Señor que visitó a su pueblo con la paz”
Era el 11 de noviembre… de pronto se me acercó la hna. Olga, y con el rostro radiante de alegría me dijo: ¡Jersón es libre! En un primer momento, no entendí lo que quería decir la joven ucraniana, carmelita descalza de Járkov. Ella pertenece a unas de las comunidades religiosas ucranianas, exiliadas en Polonia, que aún no pueden regresar a su convento, a pesar de llevar ya 260 días de guerra. Sin embargo, en ese momento vinieron a mi mente los titulares de los noticieros españoles de aquel día, que anunciaban la liberación de la ocupación rusa de la ciudad portuaria de Jersón, a orillas del Mar Negro.
La hna. Olga está ahora en Ávila estudiando español y leyendo los escritos de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz en su idioma original, con la misión de hacer, en su momento, una traducción al ucraniano. Es increíble, pero en esta lengua, hoy solo es posible encontrar pequeñas antologías de los escritos de los grandes místicos del Carmelo. Para la hna. Olga, esta oportunidad que quizás no se hubiera presentado en otras circunstancias, es un enorme regalo de Dios, hecho realidad, sobre todo, gracias a su comunidad y su Federación. Para nosotros, en el CITeS, su presencia es como un signo de la paz, que con toda seguridad antes o después, llegará a su tierra. Ella, como muchas otras personas, orando y trabajando hoy, está construyendo para su tierra la paz del mañana.
Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian (Lc 6,27-28). Los tiempos en que se cumplen estos anuncios son ya tiempos mesiánicos. Y aunque nos toca vivir y trabajar en tiempos de guerra, seguiremos construyendo la paz, porque más allá de cada conflicto, más allá de cada tribulación, más allá de cada sufrimiento, hay un lugar donde reina la Paz. Donde nace todo lo que es bueno, donde tiene origen todo lo criado, allí está Dios. Él se manifestó en su Hijo querido, Jesucristo, que nació de la Virgen María y nos trajo la Paz, porque él es nuestra paz.
Estamos concluyendo el 2022, un año marcado por cambios en la plantilla directiva del CITeS. Sin embargo, con mucho ánimo y esperanza seguimos proyectando y llevando a cabo la misión que la Orden de Carmelitas Descalzos nos ha encargado. En este sentido seguimos programando diversas actividades tanto presenciales como online. Así, por ejemplo, en la Cuaresma de 2023 ofreceremos una semana dedicada a la liturgia y la vida contemplativa femenina, en junio tendremos un encuentro que busca potenciar la vida intelectual en nuestra orden, a finales de agosto, el primero de tres Congresos consagrados a Teresa de Lisieux, previstos para los años 2023-2024-2025, y que conmemorarán los 150 años de su nacimiento y los centenarios de su beatificación y canonización; y en octubre, un Congreso internacional dedicado al Evangelio de Juan y el Maestro Eckhart… Todo ello puede verse con más detalle en nuestra web www.mistica.es
Con esta esperanza, alimentada por el Dios que trae la paz a los hombres de buena voluntad, os hacemos llegar nuestros mejores deseos y oraciones para esta Navidad y el Nuevo Año 2023.
Vuestros hermanos y hermanas del CITeS.