Vivimos en un mundo que anhela y busca la “alegría verdadera”, aunque con frecuencia esa búsqueda se queda frustrada al confundir alegría con placer, euforia del momento, satisfacción, etc. ¿Qué modelo de espiritualidad podemos proponer a este mundo? El historiador carmelita Teófanes Egido observó hace unos años cómo “los modelos barrocos de santidad/espiritualidad han pervivido con insistencia y actualidad admirables. La imagen del santo tenía que estar reñida con el mundo de los sentimientos. Aquellas espiritualidades tenían como objetivo nada deleznable no solo el ocultar sino también el matar (mortificar) los sentimientos como paso previo y compañero constante en los caminos de perfección. Y si no se dominaban y extinguían, no se podían expresar. Salvo, quizá, los negativos, los de tristeza, dolor, etc.” Esta afirmación evidencia que el habitual “modelo barroco” no responde ni corresponde al anhelo del mundo o del hombre actual. Por lo tanto, urge buscar un “modelo alternativo”, un modelo que no excluya los sentimientos positivos, como la alegría.

En este curso, estudiaremos un modelo de espiritualidad basada precisamente en la alegría. Para lograr este propósito, efectuaremos, en un primer momento, un análisis sucinto de la revelación bíblica, que es la fuente de toda forma de espiritualidad. En un segundo momento, examinaremos con más detalle la mística de santa Teresa. Descubriremos que ni la Biblia ni la mística teresiana no rechazan la posibilidad de una espiritualidad vivida desde los sentimientos positivos, como la alegría. En última instancia, subrayaremos que esta forma de espiritualidad resulta a la vez más actual y más humana